La situación que atraviesa el norte argentino a raíz de la sequía y las elevadas temperaturas es realmente preocupante, y por el ellos diferentes gobiernos comenzaron a trabajar al respecto. En Salta se decidió conformar el Comité de Emergencia Hídrica para el Departamento San Martín con diferentes actores entre el sector público y privado.
Lo llamativo es que una vez conformado este espacio se descubrió una serie de irregularidades que se venían desarrollando en la zona.
Al respecto Carlos Saravia, presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos, dialogó con la prensa este lunes y brindó un informe de la situación que encontraron en el norte de la provincia, y del modo que se trabajará para mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Según explicó lo que se vivía allí era una “situación de anarquía”. “Había camiones contratados por la empresa prestataria del servicio que no cumplían con los recorridos de repartición de agua, o choferes que decidían vender por aparte el agua que tenían que entregar a la comunidad” detalló Saravia, quién agregó además que existía mucha especulación al respecto.
“A los cargadores iba cualquier persona, cargaba agua, y luego la vendía en su barrio. Eso se terminó cuando decidimos que haya presencia policial en puntos determinados” comentó.
Consultado sobre la contratación de camiones cisternas para la repartición de agua dijo: “Cuando tuvimos que actuar notamos que había mucha demanda. En realidad los camiones se iban a la zona de la Puna por el trabajo que hay allí, y los que quedaban querían alquilarlos a precios muy elevados” dijo, y contó que ante esto dio respuesta el trabajo articulado entre el sector público y privado. “El Ejército nos facilitó tres camiones con una gran capacidad, y el sector privado también nos dio otros camiones, por lo que nosotros nos encargamos de la logística” dijo.