En Casa Rosada, confían en poder alcanzar los votos necesarios para que se puedan mantener los vetos que Javier Milei emitirá contra el aumento de las jubilaciones, la emergencia en discapacidad y la moratoria previsional.
El Presidente tiene tiempo hasta el lunes para efectivizar la medida, ya que sostiene que atentan contra el equilibrio fiscal. En ese sentido, el Ejecutivo enfoca su estrategia en la Cámara de Diputados, porque cree que en el Senado será más difícil evitar los dos tercios que necesita la oposición para mantener las leyes.
Las expectativas oficialistas se dan tras el avance de algunos acuerdos que venían desde hace un tiempo. Uno de ellos es la conformación del interbloque entre La Libertad Avanza y la Liga del Interior, donde están los cinco legisladores que eran radicales y que comenzaron a ser afines al Gobierno en el último tiempo.
El acuerdo en la Cámara Baja se concretó con una foto entre Mariano Campero (Tucumán), Pablo Cervi (Neuquén), José Tournier (Corrientes), Francisco Monti (Catamarca) y Luis Picat (Córdoba) junto a Martín Menem, el presidente del recinto. Aunque estuvo ausente, Martín Arjol (Misiones) también forma parte del grupo. La sintonía entre ambos espacios se pudo ver este lunes, cuando Campero se reunió con Lisandro Catalán en Balcarce 50 para hablar del armado de LLA en su provincia.
La relación entre estos dirigentes permitió que el oficialismo pueda apoyar los futuros vetos con 46 bancas a favor: 39 de LLA, cinco de los legisladores de la Liga del Interior y una de CREO, el monobloque de Paula Omodeo. Asimismo, se espera que la mayoría del bloque PRO también se manifieste en línea con el Ejecutivo.
La idea de la Casa Rosada es conseguir alrededor de 72 o 75 votos para cuidar la decisión de Milei. El número final se definirá dependiendo cuántas ausencias o abstenciones existan en el recinto. Para no correr riesgos, los dirigentes libertarios también dialogan con los gobernadores que tienen injerencia sobre sus diputados.