Sección: Policiales

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Realizaron robos en barrios privados de Salta y pagarán 11 millones de pesos para resarcir a las víctimas

Los delincuentes ingresaron a viviendas de barrio El Tipal y Valle Escondido

Realizaron robos en barrios privados de Salta y pagarán 11 millones de pesos para resarcir a las víctimas

Dos hombres fueron condenados en juicio abreviado como autores de un raid delictivo cometido en el barrio privado El Tipal, entre el 9 y el 10 de diciembre de 2022. Los imputados ingresaron en el transcurso de una misma noche a cuatro casas que en esos momentos estaban sin ocupantes. En todas revolvieron armarios y cajones y sustrajeron dinero en efectivo (en pesos y en dólares), numerosas joyas y relojes, celulares y perfumes, entre otros objetos de valor. También se los juzgó por otros delitos contra la propiedad privada cometidos en Valle Escondido un mes antes de los atracos en El Tipal.

En uno de los hechos, la alerta fue dada por un vecino que observó la puerta de la casa de uno de los damnificados abierta. También se comunicó con el personal de seguridad del barrio otra vecina que llegó a su casa y encontró todo desordenado. No obstante, en su caso, los imputados habían logrado llevarse nada.

En una audiencia flexible y multipropósito del Plan Piloto de Oralidad, uno de los acusados (47) fue condenado a dos años de prisión efectiva como autor de los delitos de robo simple (cuatro hechos) y tentativa de robo simple; y hurto simple (dos hechos).

El juez Francisco Mascarello unificó la pena con otra anterior que ya tenía el imputado en el monto de tres años y seis meses de prisión efectiva.

Por los mismos delitos, el otro sujeto fue condenado a dos años de prisión condicional. Durante dos años deberá abstenerse de cometer nuevo delito, fijar domicilio y someterse al control de un Patronato de Presos y Liberados. Además se le prohibió salir de la provincia y del país sin autorización del tribunal.

El juez tuvo por ofrecida y aceptada la reparación ofrecida por los dos imputados a las víctimas, consistente en el pago de ocho millones de pesos a una de ellas y de un millón de pesos a otra.

Los autores de los ilícitos usaban vehículos de alta gama, de diferentes marcas, registrados en diferentes puntos del país. Así pasaban desapercibidos al ingresar a los barrios privados. Además contaban con tarjetas magnéticas, aparentemente “universales” con las que conseguían sortear las barreras vehiculares.