El presidente Alberto Fernández asistirá a la asunción de Lula Da Silva, que comenzará su tercer mandato en Brasil. Será en el Palacio del Planalto y retornará a Buenos Aires ese mismo día luego de que se descartara la posibilidad de pasar Año Nuevo en el país vecino.
El Jefe de Estado argentino estará acompañado por una comitiva que aún no está confirmada. Aun así, contará con la presencia segura del canciller, Santiago Cafiero, incluso se baraja la posibilidad de que junto a Fernández también viaje el exmandatario de Uruguay, José Pepe Mujica, a quien invitó para viajar juntos en el avión a Brasilia.
Una vez en territorio brasileño, los recibirá el embajador, Daniel Scioli, quien pondrá la sede del consulado nacional a disposición de la delegación presidencial.
La asunción de Lula constituye uno de los platos fuertes de la agenda internacional 2023 del mandatario argentino.
Se sabe además que Fernández y Da Silva mantienen una relación de "amistad" y una fuerte "sintonía política" que se profundizó después de que el mandatario argentino visitara a Da Silva en la cárcel de Curitiba en julio de 2019.
El 24 de enero será el primer viaje al exterior del presidente electo y será para visitar a Fernández. Desde el palacio de la cancillería consideran que es "todo un gesto" del líder del PT al gobierno del Frente de Todos.
Esta buena relación bilateral quedaría plasmada políticamente, además, en el momento de asignar un dirigente con peso político en la embajada brasilera en Argentina. Se baraja el nombre de la expresidenta Dilma Rousseff o en algún otro dirigente con fuerte perfil a contramano de la tradición de Itamaraty de nombrar a representantes con trayectoria diplomática.
Brasil es el principal socio y primer destino de exportaciones industriales de la Argentina. Ambas naciones tienen además una relación estratégica en cuestiones nucleares, de seguridad regional y proyección hacia el Atlántico Sur, la Antártida y la Cuenca del Paraná y el Río de la Plata.
La posibilidad de que (como ocurrió en tiempos de Néstor y Cristina Kirchner) Brasil y Argentina vuelvan a coordinar posiciones comunes, tanto en foros internacionales como a nivel regional, permitiría avanzar en políticas integracionistas, ayudado por la presencia de Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia) y otros líderes de centroizquierda en países de América Latina y el Caribe.