Tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, el gremio de controladores aéreos Atepsa (Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación) confirmó un cronograma de medidas de fuerza que comenzará el próximo 22 de agosto y se extenderá hasta fin de mes.
Sin embargo, desde la empresa estatal reconocieron que el conflicto viene de larga data y remarcaron que se hicieron “propuestas concretas”, pero que por motivos no aclarados no hubo acuerdo hasta el momento, pero que siguen negociando con el gremio para alcanzar un acuerdo paritario.
Fuentes oficiales señalaron que la entidad gremial anunció un cronograma de medidas de fuerza que pretenden extenderse durante 5 jornadas, en distintas franjas horarias de 3 horas, las cuales llegan a alcanzar hasta 6 horas diarias.
“Se sigue trabajando frente a un conflicto gremial que viene desde hace un tiempo, con distintas amenazas del sindicato. EANA realizó varias propuestas concretas y por diversas cuestiones que no quedan claras no se llega a un acuerdo”, indicaron.
No obstante, aclararon que “en caso de que no se llegue a un acuerdo, los vuelos afectados por estas acciones en esas franjas podrán ser reprogramados por las líneas aéreas y confirmaron que las medidas no afectan a los vuelos sanitarios ni al servicio de Búsqueda y Salvamento Aeronáutico (SAR)”.
La decisión gremial surge ante la falta de acuerdo en la negociación paritaria con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), luego de múltiples audiencias sin avances.
El esquema de medidas de fuerza prevé cinco jornadas de paro parcial los días:
Viernes 22 de agosto
Domingo 24 de agosto
Martes 26 de agosto
Jueves 28 de agosto
Sábado 30 de agosto
Cada día, las restricciones se aplicarán en dos franjas horarias críticas:
Entre las 13 y las 16 horas
Entre las 19 y las 22 horas
Según el sindicato, las medidas afectarán exclusivamente los despegues de aeronaves, al suspenderse las autorizaciones y la gestión de planes de vuelo en esos lapsos.
El conflicto se da en un sector considerado servicio público esencial, por lo que las medidas de fuerza fueron previamente notificadas y consensuadas con las autoridades.
En julio pasado, ante el riesgo de paros durante las vacaciones de invierno, la Secretaría de Trabajo había dictado una conciliación obligatoria por 15 días, pero la mediación fracasó.
El Gobierno había ofrecido una pauta salarial en torno al 1% mensual, en línea con el resto del sector público, propuesta rechazada por el gremio.
La aplicación del plan de lucha podría generar fuertes demoras y reprogramaciones en vuelos de cabotaje e internacionales, especialmente en las franjas de mayor movimiento.
El conflicto pone presión sobre el sistema aéreo en plena temporada alta de viajes al exterior y con un mercado interno que se recupera tras años de altibajos.