El Gobierno encara una semana adversa en el Congreso, donde comenzarán a definirse las pretensiones de la oposición de avanzar con proyectos incómodos para Javier Milei, que anticipan un veto. Una herramienta constitucional a la que el Presidente ya recurrió en 2024. Pero esta vez la utilizaría en el tramo final de la campaña electoral, con los eventuales costos políticos que eso supone.
Los proyectos en cuestión buscan garantizar fondos para las universidades nacionales y el Hospital Garrahan. Se discutirán este martes en diferentes plenarios de comisiones; podrían obtener dictámenes y quedar a tiro de una abrumadora mayoría que luego los apruebe la Cámara de Diputados.
Los emplazamientos para estos tratamientos -es decir, la aprobación de discutir los proyectos en comisión-, lograron en Diputados mayorías que superaron los 160 votos a favor, cuando el número indispensable es de 129 voluntades que acompañen.
Mientras tanto, de manera controvertida -se autoconvocó, aunque con mayorías reglamentarias-, el Senado prosperó con los dictámenes de los aumentos del 7,2% para las jubilaciones y el incremento del bono para los ingresos pasivos mínimos. Con menos acompañamiento, también avanzó con la prórroga de la ley de moratoria previsional, caída desde marzo de este año. Además de la declaración de la emergencia en discapacidad, que también prevé un aumento en las pensiones.
Según el Gobierno, todas estas iniciativas ponen en riesgo el déficit cero. Por eso el Presidente y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticiparon que serán vetadas, en caso de ser sancionadas. Y aun cuando la oposición fundamentó -con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC)- que no generan desequilibrios fiscales, y que en la propuesta de aumento de jubilaciones se detalla la manera de financiarlo sin descompensar las cuentas públicas.