Había cometido los delitos de robo simple en grado de tentativa, amenazas y desobediencia judicial en dos hechos, lesiones leves agravadas por haber existido relación de pareja y violencia de género, lesiones leves, robo y coacción en concurso real, por lo que cumplirá la pena de tres años de prisión efectiva, y será trasladado a la cárcel local. Además, será inscripto en el Banco de Datos Genéticos.
El día del hecho un policía patrullaba por las calles de Orán cuando lo alertaron sobre un robo cerca de un Sanatorio céntrico. Fue al lugar y allí estaba el acusado amenazando a una mujer con un arma blanca, intentando robar su cartera. El policía intervino y detuvo al agresor.
Por su parte, la expareja del acusado denunció que se había separado de él tres meses antes luego de una relación de más de un año. Agregó que tenían en común una hija de 2 meses.
El 22 de septiembre del año pasado, cuando volvió a su casa después del parto de su hija, unos vecinos le contaron que su el hombre había ingresado por una ventana para llevarse una bolsa con prendas de vestir nuevas y un celular que estaba vendiendo en la zona. Agregó que en esa ocasión no lo denunció porque meses atrás él había salido de la cárcel.
Luego el 30 de octubre de ese año era de mañana cuando salía de su domicilio con su bebé en brazos, él la interceptó y comenzó a insultarla, pese a que tenía órdenes de restricción desde junio. En aquel momento se fue al dormitorio, él la siguió, le quitó a su hija y la agredió físicamente.
Menos de un mes después, la tarde del 21 de noviembre de 2024, estaba bajo los efectos de las drogas y volvió a la casa. Cuando entró empezó a agredir a la mujer con golpes de puño mientras sostenía la niña en brazos. Ante el llanto de la pequeña la agarró y de una manera violenta la tiró sobre la cama para continuar pegándole mientras la amenazaba por denunciarlo. Cuando se retiró, ella llamó al Sistema de Emergencias 911.
