El delito fue cometido en flagrancia, lo que significa que fue descubierto en el mismo momento o unos instantes después de intentar consumar el hecho. Cumplirá la pena de tres años y cuatro meses de prisión efectiva y será trasladado a la Unidad Penitenciaria local.
La condena fue dictada en el marco de un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron las partes.
El hecho ocurrió el pasado 22 de febrero en una vivienda del barrio Taranto de Orán. El dueño de casa se despertó por un ruido y sorprendió al joven junto a su cama. Comenzó a gritar para avisar al resto de la familia lo que estaba sucediendo, por lo que el imputado intentó darse a la fuga trepando por un andamio que había en una pared lateral de la vivienda.
Pero cuando estaba subiendo la víctima intentó sujetarlo por el pie, por lo que el acusado sacó un arma blanca y con la que lo lesionó en la cabeza, logrando soltarse. En su huida, algunos vecinos que habían escuchado los gritos lo interceptaron en la vía pública y recuperaron los teléfonos celulares que había sustraído.
