El lunes la ciudad de Salta se entristeció por la muerte de Gabriel Olivera, el exdirector del área de Discapacidad de la Municipalidad de Salta durante la gestión de Miguel Isa.
Más allá del dolor que generó su partido, en las últimas horas surgieron datos y versiones importantes de lo ocurrido.
Según contaron a Salta Comparativa vecinos de avenida Solís Pizarro al 3400, lugar donde ocurrió el siniestro, allí se encuentra un sector que está siendo repavimentado. En la calle, casi en la totalidad de uno de los carriles, el pavimento está cortado y hay una caída de poco más de 30 centímetros. Si bien el lugar está señalizado, los vecinos insisten que es necesario poner más carteles en la zona, porque en la oscuridad de la noche esas redes no se aprecian.
“Esa noche se escuchó una explosión y cuando salimos a la calle a ver notamos que un señor que se había metido en el pozo con su auto, y que salió por su medio y se asentó en un poste” relató una de las vecinas.
“La ambulancia demoró unos 45 minutos. Mucho” remarcó, y agregó que cuando llegaron los paramédicos la atención brindada no fue la mejor. “El hombre no se quería dejar atender, pero los médicos tampoco hicieron mucho” señaló.
De acuerdo al relato de los vecinos que estuvieron presentes, Olivera no se habría dejado atender del todo a pesar de estar sangrando, y por ello los médicos lo dejaron, ni siquiera colocándole un cuello ortopédico cuando el sujeto se quejaba de un dolor.
Pasada la “atención” médica, Olivera pidió ser llevado a su casa, y un patrullero lo trasladaba, pero a medio camino habría sufrido una descompensación que obligó a que se vuelva a requerir la atención médica.
Lamentablemente minutos después falleció
