Sin lugar a dudas la experiencia de viajar, conocer otros horizontes, y descansar por unos días son momentos de placer, pero pueden transformarse a otros de terror en cuestión de minutos, tal como les sucedió a varias familias salteñas, que pasaron de un momento de disfrute, a otro de lamentos.
Salta Comparativa tuvo acceso a testimonios de familias que tuvieron una mala experiencia en Chile, donde relatan cómo sucedió todo, y también el maltrato que recibieron por parte de las autoridades de seguridad del vecino país.
La mayoría de los casos se dieron en ciudades donde los salteños van continuamente. Así por ejemplo, Calama, pasó de ser una ciudad de disfrute, a una de lamentos.
Relato en primera persona
Según contaron a nuestro medio, uno de los últimos robos se dio en uno de los principales hoteles de la zona, ubicado a pocos metros de un reconocido shopping. Esta familia llegó al lugar unos momentos antes del señalado para realizar el check in. Cómo aún no podían instalarse en el hotel, decidieron dejar la camioneta en la puerta del hotel, y caminar hasta el shopping a pasear por un momento. Al regresar, ya para la hora de ingreso, pasaron por el vehículo, buscaron algunos elementos, y subieron a su habitación. Solo unos minutos después bajaron, y se dieron con la peor noticia: la camioneta no estaba.
De inmediato comenzaron a preguntar a los responsables del hotel, y personas de la zona, y éstos les indicaron que seguramente se la robaron, una práctica común en el último tiempo.
Esta familia decidió realizar la denuncia policial, pero allí, ante los policías, recibieron maltrato. “Eso pasa por venir a turistear acá. Porqué no se van al sur de su país que tanta propaganda hacen” les dijeron. Tras varias horas de espera, por fin les recibieron la denuncia.
Los damnificados quisieron buscar pruebas para poder presentar a la Justicia, y al seguro, y recurrieron a las cámaras de seguridad del hotel, pero en esta institución les dijeron que no podían acceder al material hasta una semana después.
Un champagne para pasar el mal trago
Si algo le faltaba a esta historia era el toque irónico, pero llegó a las pocas horas. Tras realizar la denuncia, y buscando relajarse por unos momentos, la familia se fue al hotel e instaló en su dormitorio, pero a los pocos minutos ocurrió algo impensado. Desde la gerencia del hospedaje les enviaron al cuarto una botella de champagne como resarcimiento.
“No somos los únicos”
Después de la mala experiencia, y tras haber sido auxiliados por amigos, esta familia decidió contar lo vivido a diferentes grupos en los que transitan, y para el asombro, recibieron datos similares a los experimentados. “Son varias las personas que ya fueron robadas en la zona, y nunca reciben respuesta por parte de las autoridades chilenas” contaron.
La única que les queda a estas víctimas es esperar que el seguro automotor contratado se haga cargo del hurto, pero surge una inquietud: ¿Qué organismo vela por la seguridad e integridad de las personas que sufren inconvenientes en otros países? Claramente deberíamos hablar de la intervención de los consulados, pero hasta el momento las familias afectadas no fueron contactadas por estas instituciones