El viernes 14 de julio sucedió el terrible hecho del robo de una bebé wichí del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. Luego de un día de intensa búsqueda, casi 24 horas después, se conoció que la menor había sido encontrada en el basurero de un baldío, con principio de hipotermia.
Luego de cuatro meses del terrible hecho, la mujer que encontró a la bebé, denuncia que, junto a su sobrino, están siendo investigados por la policía, como sospechosos del hecho.
A pesar de que la causa ya cuenta con una detenida, cuya participación está comprobada por las cámaras de seguridad de la zona, la mujer y su sobrino aducen que fueron allanados en su domicilio y se les secuestraron los celulares, porque desde la fiscalía les dijeron que están investigando la relación que tenían con la bebé.
Luego de denunciar la persecución policial, la mujer dijo que su “único error” fue haber ayudado a la menor y haberle salvado la vida, porque ahora está siendo investigada, cuando lo que ellos hicieron, “es lo que cualquiera hubiese hecho”.
