El 8 de septiembre pasado, cerca de las 4,30 de la mañana el dueño de casa dormía cuando escuchó ruidos en el techo. Al salir al patio delantero para ver lo que pasaba advirtió una sombra que se cruzó hacia la vivienda colindante, identificando a la persona como un vecino.
Momentos después, su pareja atendió la puerta y la madre del acusado se presentó, expresando que su hijo se había escapado y se había metido a su casa. El joven fue detenido mientras dormía al lado de un vehículo en desuso en el domicilio de otro vecino colindante, y no opuso resistencia.
Más tarde pudo constatar que el acusado había doblado chapas en el techo para hacer un boquete por donde intentó ingresar al interior de la morada. Además, en el patio encontraron algunos elementos que estaban guardados dentro de su casa.
En su denuncia refirió a un incidente ocurrido unos días antes, el 5 de septiembre, cuando el mismo individuo le sustrajo un foco y cobres tras violentar la cañería de una heladera en desuso.
En una audiencia flexible y multipropósito la jueza de Garantías Ada Zunino lo condenó a la pena de cuatro meses de ejecución condicional por ser autor de los delitos de robo simple en grado de tentativa (por los hechos de la causa principal) y por los delitos de hurto simple (dos hechos) y robo simple en grado de tentativa (por causas acumuladas). Además, le impuso una serie de reglas de conducta durante dos años.
Esta condena se dictó en el marco de un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron las partes.
