El procedimiento, tal como se informó oficialmente, se originó cuando efectivos del puesto de control policial advirtieron el paso de tres vehículos a gran velocidad. Inmediatamente se dio aviso a las demás estaciones de control y se inició una persecución que culminó en el puesto de El Mojón, donde las camionetas fueron interceptadas y sus ocupantes reducidos.
Durante la identificación, los uniformados detectaron actitudes nerviosas y contradictorias, hasta que algunos de los demorados admitieron haber dejado a tres hombres en una zona montuosa con un cargamento de droga. Ante esta situación, intervino la Justicia Federal, que ordenó la detención de todos los ocupantes y el secuestro de los rodados para su requisa.
En el operativo participaron equipos K-9 y personal especializado en inspecciones con scanner portátil, además de grupos de rastrillaje que trabajaron en el monte para dar con los evadidos. En ese contexto, los efectivos lograron ubicar uno de los puntos donde se ocultaban los bultos con la sustancia, que tras las pruebas de campo dio positivo para clorhidrato de cocaína, con un pesaje total superior a 47 kilogramos.
Durante el trabajo de campo, se interceptó además una cuarta camioneta con características similares a las anteriores, conducida por una mujer que no pudo justificar su presencia en la zona y finalmente reconoció que había ido a auxiliar a los fugitivos.
En total, la policía secuestró cuatro camionetas —entre ellas una Toyota y una Amarok— equipadas con antenas de comunicación satelital Starlink, una motocicleta de alta cilindrada, catorce teléfonos celulares y una suma de $1.394.800 en efectivo.
El operativo fue calificado como un nuevo golpe al narcotráfico en la frontera norte, y las autoridades destacaron la coordinación entre las distintas divisiones policiales que intervinieron. Por estas horas, se mantienen otros procedimientos en curso en la zona, bajo la supervisión de la Justicia Federal.
