El Comisario Mario Zacarías, jefe del Departamento de Bomberos, confirmó que "a simple vista, se notaba que se trataba de un terreno totalmente inestable; producto de ese derrumbe, había una persona atrapada".
Zacarías relató en Radio DIX las dificultades iniciales para llegar a la víctima: Indicó que el obrero había quedado atrapado "en la parte de los cimientos de la obra, de parte de la excavación, entre una pared y entre toda la tierra que cayó", con hierros de hormigón armado encima. Al momento del arribo, únicamente se le llegaba a ver el casco y parte de un brazo.
Los bomberos debieron utilizar herramientas de corte para liberar los hierros y acceder al trabajador. Pese a los intentos de estimularlo verbalmente, se constató que la persona "ya se encontraba sin vida". El acceso fue muy limitado, y solo pudieron llegar hasta la parte del cuello para tomar signos vitales, observando el trauma mayor a simple vista.
Ante la peligrosidad de la escena, la prioridad pasó a ser la seguridad del personal de rescate. Zacarías explicó que, dada la "inestabilidad muy importante" del suelo y el riesgo extremo de que la estructura siguiera cayendo, se decidió paralizar momentáneamente la extracción del cuerpo.
Fue por disposición de la Fiscalía que Bomberos contactó al Ejército para coordinar una acción conjunta y segura. La espera se debió a la necesidad de que el Ejército interviniera con maquinaria para la contención y apuntalamiento, permitiendo un trabajo ordenado, ya que, incluso durante las tareas, el suelo continuaba desmoronándose.
