Pudo haber sido una tragedia. El pasado sábado Ezequiel junto a su hijo disfrutaban de una tarde juntos en la plaza 26 de julio del grupo 222 viviendas de barrio Castañares, y entre medio de las risas ocurrió algo que pudo costarle la vida al menor.
La hamaca en la que jugaba se rompío, el menor cayó al suelo y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. De inmediato tuvo que ser hospitalizado según lo que informó el padre del menor a Multivisión Federal.
Por otra parte apuntó contra la Policía porque al momento de realizar la denuncia no se la quisieron tomar porque "había pasado mucho tiempo desde el momento del hecho".
El menor evoluciona favorablemente