En un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala IV del Tribunal de Juicio, A. A. V. (44) fue condenado a ocho años de prisión por resultar autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y la situación de convivencia con una menor de dieciocho años.
La jueza Norma Beatriz Vera ordenó el inmediato traslado del imputado a la Unidad Carcelaria local donde permanecerá detenido. En el fallo, la jueza revocó la condicionalidad de una pena impuesta anteriormente al A. A. V. y unificó ambas condenas en el monto de nueve años de prisión.
Finalmente, se ordenó que el imputado sea examinado por un profesional del Servicio Médico del Poder Judicial a fin de que se obtengan sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN para su incorporación al Banco de Datos Genéticos.
El sujeto fue denunciado por su expareja, por un hecho ocurrido en abril del año pasado. La mujer refirió que convivió con el acusado durante 21 años pero hacía tres que se encontraban separados. Las tres hijas de ambos estaban residiendo en ese momento con el imputado ya que habían arreglado de palabra que ella iría a diario a cuidarlas.
La denunciante se enteró del abuso por su hija mayor (16), que la llamó por teléfono a la madrugada para contarle que su hermanita de diez años le había contado, llorando, que su papá se había acostado en su cama y le había introducido los dedos en sus partes íntimas, provocándole dolor. Ese día, el imputado había estado ingiriendo bebidas alcohólicas desde temprano.
