Dado que el dato no es acompañado por una igual mejora de la actividad económica ni por la recomposición de empleo y salarios, varios analistas subrayan al rol de la apreciación cambiaria y el boom de importaciones como factores determinantes de esta dinámica.
En primer lugar, cabe aclarar que, en términos per cápita, no logró superar el nivel del primer trimestre de 2018 y se ubicó casi 2% por debajo del máximo de 2013. Por otra parte, también es pertinente indagar sobre la metodología que utiliza el INDEC para medir esta variable.
Según las cuentas nacionales, el 55% del consumo privado está compuesto por el gasto en bienes, entre los cuales se destacan fundamentalmente los alimentos (28%), seguidos por medicamentos y químicos, y combustibles. El 45% restante corresponde a servicios, con una distribución mucho más pareja que incluye principalmente gastronomía, alquileres, servicios financieros, salud privada, telecomunicaciones, transporte, arte, recreación, alojamiento y servicios públicos.