Este lunes 6 de noviembre, el Gobierno nacional pagó u$s790 millones (el equivalente a SDR 600 millones, la unidad en que se expresan los Derechos Especiales de Giro - DEGs) al Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de los intereses que vencían esta semana.
Así, las reservas del Banco Central quedaron en alrededor de u$s21.100 millones, el nivel más bajo desde 2006, luego de que Néstor Kirchner decidió pagar toda la deuda con el organismo multilateral de una sola vez.
El pago se realizó en yuanes, provenientes de la ampliación del swap, que se aprobó hace pocos días por el equivalente a u$s6.500 millones (u$s1=7,31 yuanes), lo que ratifica el nuevo rol de China como prestamista de última instancia en el mundo.
Tal como plantea el economista de EcoGo Sebastián Menescaldi, "es un esfuerzo grande que hace el país cumplir con este pago en este momento". Sin embargo, por tratarse de una cancelación de intereses y no de desembolsos lisos y llanos, ese pago era impostergable, de acuerdo con las normas que fija el Fondo.
Por otra parte, una vez concluida la segunda vuelta del 19 de noviembre, Argentina deberá retomar la negociación con el FMI y avanzar en la última revisión del año.
Glustein advierte que, del resultado de esa evaluación depende el próximo desembolso de u$s3.300 millones del organismo.