En tanto, al resto de los acusados, Enzo Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi; la pena fue de 15 años como participes secundarios.
La Justicia condenó a los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes y patadas durante la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Uno de ellos, Máximo Thomsen, se descompensó al conocer su sentencia, prisión perpetua.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia, condenaron a prisión perpetua a Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi. Mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una sentencia de 15 años de cárcel.
En sus alegatos de cierre tanto los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García como los abogados de los padres de Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola, consideraron acreditada la responsabilidad penal de los condenados.
En la acusación sostuvieron la figura del homicidio doblemente calificado, en concurso ideal con “lesiones leves”, por los golpes que sufrieron los amigos de Báez Sosa que intentaron ayudarlo.
Máximo Thomsen se desmayó en medio del tribunal
Al conocerse la sentencia, mientras el secretario del tribunal leía el fallo, varias personas en la sala advirtieron que Máximo Thomsen no se encontraba en condiciones para seguir adelante con la audiencia.
En ese momento, efectivos de seguridad que se encontraban en la Sala I de los tribunales de Dolores, dieron viso inmediato a los jueces. La magistrada Castro advirtió la situación y pidió suspender de forma momentánea la lectura del veredicto.
En ese momento, ingresaron autoridades de Salud, que se encontraban presentes en el juzgado, como parte del fuerte operativo de seguridad. Luego, Thomsem fue atendido en banquillo donde estaba sentado, junto a los otros siete imputados. Se confirmó que fue una descompensación y que no corre peligro.