La investigación por la muerte de Miguel Yadón toma rumbos inciertos. Ocurre que, consumadas las principales detenciones, surgen diferentes líneas a considerar. Desde un amor oculto, hasta un ataque sin motivo, son las principales, con un dato en particular: existen acusaciones cruzadas.
En este sentido, ayer la hija del “Gitano” Fernández (principal sospechoso de cometer el crimen) Estefanía Fernández Cano, fue a indagatoria asistida por su abogado defensor, Ramiro Rúa, que también representa al "Gitano".
Estefanía, casada, madre de dos hijos, fue la segunda en declarar .la Justicia la acusa de instigación al homicidio y encubrimiento.
Lo llamativo es que diversos medios la vincularon a Miguel Yadón, hablaron de un romance que habría enfurecido a su padre, Juan Jesús, lo que garantizó el ataque a traición al funcionario en su caminata matutina junto a Olivares en la Plaza Congreso.
Estefanía no solo negó conocer a Yadón ante el juez y la fiscal: negó también conocer a Olivares. Para ella, todo lo que ocurrió es algo totalmente fortuito.
Por otra parte, ayer se encontró un arma de fuego similar a la que utilizó en el crimen. En la vivienda donde se encontró el arma vivía Juan José Navarro Cádiz, quien escapó a Paysandú, Uruguay, y fue detenido junto a su madre. Fue el propio Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal Argentina, quien relató que tras el asesinato se lo vio a Navarro Cádiz a través de las cámaras de seguridad caminando en dirección a ese lugar y descartando seis balas en dos canastos de basura.
A todo esto resta sumar las declaraciones de Fernández, quién aseguró que el disparo lo realizó su primo sin motivo alguno.
