El hecho encendió las alarmas en el Vaticano, que montó un operativo especial para poner a resguardo al Papa Francisco, quien se encontraba en su residencia de Santa Marta.
El episodio ocurrió pasadas las 20 horas local, cuando un hombre de 40 años, con un grave estado de alteración psicofísica, intentó ingresar a la zona por la puerta de Santa Ana.
Al ser rechazado por la Guardia Suiza y agentes de Gendarmería, la persona regresó con su auto a toda velocidad y entró en el perímetro.
Un inspector de la gendarmería del Vaticano hizo un disparo contra las llantas del auto sin lograr detenerlo. Se lanzó una alerta y otros accesos del Vaticano fueron cerrados.
El auto se detuvo finalmente al interior del Vaticano y el hombre bajó solo y fue controlado por la gendarmería.
Fue sometido de inmediato a una visita médica que constató una grave alteración psicofísica del conductor.
El hombre, cuya identidad no fue precisada, está preso en una celda del Vaticano y se encuentra a disposición de las autoridades judiciales.