Agradecido con el presidente Donald Trump, la aventura de Elon Musk como asesor del gobierno de Estados Unidos concluyó este miércoles.
El propio magnate anunció su renuncia a través de la red social de la que es propietario (X).
Menos de cuatro meses después de su asunción, deja el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) tras criticar el principal proyecto de ley que Donald Trump presentó al Congreso: “Él la llamó Ley Hermosa. Y creo que se puede ser grande o hermoso, pero no las dos cosas a la vez”.
A su juicio, el texto significaba "gasto masivo” para el Estado, a la vez que “socavaba el trabajo”.
En su mensaje de despedida, adujo: “A medida que mi tiempo programado como Empleado Especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría agradecer al presidente Trump por la oportunidad de reducir el gasto superfluo. La misión del DOGE solo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno”.
En su oficina, Musk había prometido eliminar dos billones de dólares del gasto público, aunque con su tarea en ejercicio se fue reduciendo.
En campaña, donó 250 millones de dólares y mostró un elevado perfil de gestión.
Llegó a decir que "la burocracia federal es mucho peor de lo que pensaba” y entabló un vínculo casi de amistad con Javier Milei.