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Ciencia

La leche materna de madres infectadas y curadas, transmite anticuerpos a los bebés

Un estudio español arroja esos datos, lo que resulta vital para continuar con investigaciones

La leche materna de madres infectadas y curadas, transmite anticuerpos a los bebés

La leche materna de mujeres infectadas de forma natural y que han superado la enfermedad o vacunadas contra el COVID-19 no presenta restos del coronavirus. Y la mayoría de las muestras analizadas contiene anticuerpos. Ese el resultado de dos estudios realizados por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Valencia sobre el impacto de la infección en la lactancia materna.

La principal conclusión del primero de los estudios es que ninguna de las muestras tomadas entre mujeres que tuvieron covid refleja la presencia del ARN del virus. Respecto a los anticuerpos, el 82,9% contiene, al menos, uno de los tres isótopos, mientras que el 52,86% dio positivo para las tres inmunoglobulinas, IgA, IgG e IgM. La publicación del análisis, realizado sobre 60 mujeres que habían pasado la enfermedad, es preliminar y, por tanto, está pendiente de la revisión por pares.

En el segundo estudio se analizó la presencia de anticuerpos en 75 mujeres lactantes vacunadas con distintas marcas. Los resultados varían dependiendo de la vacuna inoculada y en función de la existencia de una infección previa, pero únicamente en la mayor o menor presencia de un tipo u otro de anticuerpo, ya que todas las muestras contienen defensas. Además, la leche de algunas de las mujeres vacunadas con una sola dosis tras haber pasado el covid presenta niveles de anticuerpos equivalentes a mujeres sanas con las dos dosis.

Después de la primera dosis, las madres vacunadas con Moderna y Pfizer mostraron un mayor incremento de inmunoglobulina G, o IgG, en la leche en comparación con las muestras tomadas a las vacunadas con AstraZeneca. En cuanto a los niveles de inmunoglobulina A, o IgA, estos fueron más altos en las muestras de Moderna que en las de AstraZeneca y Pfizer. Después de la segunda dosis, no se detectaron diferencias entre la inmunización de aquellas a las que se les había inoculado Pfizer o Moderna y se alcanzaron más altos de IgG en comparación con la primera dosis, mientras que los niveles de IgA no aumentaron más.

En el caso de las vacunadas, la muestra se realizó sobre 75 mujeres lactantes con edades de entre 31 a 38 años, y se analizaron 417 muestras de leche desde el momento de la inoculación hasta 25 días después de la primera dosis y hasta 30 días después de la segunda, lo que demuestra, según la líder del equipo investigador, María Carmen Collado, que “estos anticuerpos persisten en el tiempo”. “Ahora, la tarea se centra en identificar si esos anticuerpos son realmente neutralizadores y protectores en el niño”, apunta Collado.

Ambos trabajos son resultado del estudio MilkCorona, una iniciativa multidisciplinar liderada por la investigadora del CSIC María Carmen Collado y la doctora Cecilia Martínez Costa, del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Valencia. La investigación sigue en marcha para estudiar el impacto de las nuevas variantes del coronavirus en los anticuerpos presentes en la leche materna, su persistencia tras la covid y el efecto de la pauta de vacunación completa de AstraZeneca. En el trabajo han participado también otros centros de Valencia, Barcelona, Granada, Zaragoza y Castellón.

El objetivo del estudio era disipar algunas dudas sobre el impacto del virus en la lactancia materna en mujeres positivas. “Cada vez hay más pruebas que confirman el papel relevante de la leche materna a la hora de proporcionar inmunidad pasiva al generar y transmitir anticuerpos específicos contra el virus”, aseguran las investigadoras que sostienen que la lactancia materna se ha de mantener siempre que la sintomatología sea escasa o nula.

Fuente: TN