Wanda Nara aprovechó el fin de semana largo para trasladarse al norte argentino. La conductora aterrizó en Salta y no solo visitó la famosa catedral, también cumplió con un compromiso laboral en una fábrica de alimentos y quedó impactada con el proceso de envasado. Se trata de la firma Salvita, ubicada en Embarcación, que tendría un contrato con la empresaria para publicidad
La aventura le resultó muy divertida, pero un detalle hizo explotar a sus seguidores y los comentarios malintencionados no tardaron en leerse.
A la empresaria le preguntaron dónde estaban sus dos hijas, frutos de su relación con Mauro Icardi. Esta vez no las incluyó en ninguna de las postales que compartió y los usuarios dieron por hecho que no fueron parte del viaje. Las críticas invadieron X y muchas personas hasta chicanearon al jugador para echarle más leña al escándalo familiar.
Valentino, Constantino y Benedicto López tampoco se sumaron a esta excursión por Salta, ya que eligieron desembarcar en la Costa Atlántica junto a su papá, que pronto deberá irse a Europa para el nacimiento de su quinto hijo, el segundo con Daniela Christiansson.
Días atrás, Wanda Nara volvió a quedar en el ojo del huracán por trucar -exageradamente- las fotos que sube a Instagram. Varios usuarios notaron que también le pone filtros a las postales de su novio, Martín Migueles, y una reciente salida al teatro la dejó expuesta.
Los fotógrafos los retrataron sin Photoshop de por medio y muchas personas reaccionaron rápidamente en las redes sociales. “No le llega ni los talones a Mauro”, “Ella nunca se acepta como es”, “No aprende más Wanda”, fueron algunas de las opiniones que se leyeron en X.
Los rumores de romance entre la conductora y el amigo de Elías Piccirillo comenzaron hace algunos meses, luego de que ella terminara definitivamente su vínculo con L-Gante, a quien viajó a ver a España. Sus postales entrenando evidenciaron que había mucha química entre ellos, aunque Nara siempre se encargó de decir que él era su personal trainer.
