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Fútbol

Con el argentino Juan Musso como protagonista, Atalanta se consagró campeón de la Europa League

El equipo italiano, con el ex arquero de Racing de titular, golearon tres a cero al Bayer Leverkusen, de Exequiel Palacios, que perdió su invicto en 51 partidos en el momento menos oportuno.

Con el argentino Juan Musso como protagonista, Atalanta se consagró campeón de la Europa League

Atalanta dio el golpe en la final de la Europa League al vencer al Bayer Leverkusen por 3-0 en la noche soñada de Ademola Lookman, quien convirtió los tres goles del partido y le puso punto final al tremendo invicto del campeón alemán, que perdió por primera vez en la temporada.

Desde el arranque se vio a un Atalanta dominador: en los primeros minutos se plantó en campo rival ante un desconocido Leverkusen. Y golpearon rápido los italianos: a los 11, Lookman tiró un córner desde la izquierda y la jugada tuvo un rechazo con rebote favorable para el Atalanta y ataque por el sector derecho. Zappacosta recibió en situación de desborde y tiró un centro bajo que cruzó toda el área y encontró a Lookman por el segundo palo, anticipando a un estático Exequiel Palacios para abrir el marcador.

No le dio mucho tiempo a reaccionar el Atalanta, que a los 25 golpeó de nuevo aprovechando una salida en falso de los alemanes. Adli quiso bajar de cabeza un saque largo del arquero, pero se la terminó regalando a Lookman, que controló, avanzó en soledad y rodeado de rivales, enganchó para adentro con caño incluido sobre Xhaka y terminó sacando un derechazo preciso al segundo palo, imposible para Kovar, el arquero de los alemanes.

Pudo haber reaccionado el Leverkusen en su primera llegada de riesgo, pero Musso le ganó el duelo a Grimaldo, el partido se fue al complemento con un 2-0 que dejaba la puerta abierta a que sucediera cualquier cosa.

Bayer Leverkusen intentó hacerse dueño del partido en el complemento, pero prácticamente no pudo entrarle claro al Atalanta en ningún momento del partido. Finalmente, a los 30 minutos, nuevamente Lookman definió una contra con un zurdazo implacable al ángulo que se convirtió en el 3-0.

A partir de allí no hubo más partido y simplemente corrió el reloj hasta que el pitazo final coronó merecidamente al Atalanta como campeón de la Europa League, en el segundo título de su historia.