El partido comenzó con dominio absoluto de Boca, que abrió el marcador a los 26 minutos gracias a un desafortunado gol en contra del arquero neozelandés Nathan Garrow, tras un cabezazo de Lautaro Di Lollo que dio en el palo. Sin embargo, la falta de contundencia y las intervenciones del travesaño impidieron que el Xeneize ampliara la ventaja.
En el complemento, Auckland City sorprendió con su primer tiro de esquina del partido: Christian Gray, defensor y maestro de escuela en Nueva Zelanda, conectó un cabezazo impecable para igualar el marcador a los 51 minutos. El empate fue histórico para el equipo semiamateur, que celebró su primer punto en el torneo como si fuera una victoria.
Para colmo, una tormenta eléctrica obligó a suspender el partido por media hora, y cuando se reanudó, Boca ya sabía que el triunfo de Benfica sobre Bayern Múnich lo dejaba sin chances de clasificación. A pesar de los intentos finales, el equipo de Miguel Ángel Russo no logró romper el cerrojo defensivo del Auckland.
Con este resultado, Boca cerró su participación con apenas dos puntos y se convirtió en el primer equipo sudamericano eliminado del certamen.