En un país donde la mayoría de los acuerdos salariales se firman a la baja y sin garantías de actualización frente a la inflación, Salta pone sobre la mesa un ofrecimiento que no solo reconoce el deterioro del poder adquisitivo, sino que además propone una recomposición real y tangible para sus empleados públicos.
El nuevo acuerdo presentado por la administración provincial contempla un incremento total del 23%, siendo el 14% para el segundo semestre distribuido en tres tramos: 4% en agosto, 5% en octubre y 5% en diciembre, sumado al pago de un bono de $50.000 con los sueldos de julio, lo que significa una inyección directa al bolsillo de los trabajadores.
La propuesta adquiere mayor relevancia si se la compara con lo que sucede a nivel nacional. Por ejemplo, el gremio de Sanidad acordó aumentos del 1,5% mensual entre mayo y julio —claramente por debajo de la inflación— y sumas no remunerativas que, si bien intentan compensar la pérdida, no tienen impacto en ítems como aguinaldo o jubilación: $25.000 en mayo, $40.000 en junio y $60.000 desde julio.
Los metalúrgicos, por su parte, cerraron un 3,3% en abril más una suma no remunerativa de $30.000, seguido de un 1,2% en mayo con otro bono de $25.000. La tendencia es clara: incrementos por debajo de la inflación.
Incluso el gremio cerealero (rama FAECyS), uno de los sectores que suele negociar mejores condiciones, cerró una paritaria del 3,7% bimestral: 1,9% en mayo y 1,8% en junio.
El FMI estima una inflacion anual entre el 18 y 23%
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la inflación anual en Argentina se ubicará entre el 18% y el 23% para finales de este año.
Así por ejemplo, mientras que el Gobierno había estimado una inflación del 18,3% y un crecimiento del 5% en el borrador del Presupuesto de principios de año, la provincia de Salta ha logrado mantener sus paritarias dentro del rango estimado por el FMI.