Pablo Matías Cal Décima
Licenciado en Administración
Joven profesional recibido en la Universidad Nacional de Salta. Una perspectiva nueva de la economía regional, nacional y provincial.
Crisis Esperando el “segundo semestre”
29/03/2019. La tan recordada frase del presidente Mauricio Macri es hoy una de las alternativas más viables a la profunda crisis que atraviesa el país
Todos recuerdan la frase del presidente Mauricio Macri que a muchos los llenó de confianza cuando en el primer año de su mandato prometió que desde el segundo semestre de 2016 Argentina iba a mejorar sus índices, y empezar a ganarle a la inflación que tanto aqueja a la población.
Se prometió también un escenario completamente confiable que atraería dólares de las grandes potencias mundiales y generaría más de 5.000.000 de puestos de trabajo. El “mejor equipo de los últimos 50 años” garantizó que el desempleo y la pobreza iban a llegar a sus niveles mínimos (algo realmente imposible de plasmarse en la realidad denominado “Pobreza Cero”), y que los problemas de inflación eran sólo para los gobiernos anteriores, y que denotaban su incapacidad para gobernar.
Hasta la fecha, el Gobierno lleva más desaciertos que aciertos, y los intentos que llevan adelante para lograr confianza en los argentinos quedan por tierra en un país que acumula un 32% de pobreza, y que da la bienvenida a casi 3 millones de nuevos pobres.
La devaluación del peso frente al dólar golpea como siempre primero a las clases sociales bajas, y ahora también tuvo un efecto de baja en la rentabilidad de Arcos Dorados Inc. que es más ni menos la franquicia de Mc Donald’s que opera en América Latina.
Lo cierto es que el tiempo para que la gente vuelva a elegir el rumbo de la Argentina se acorta, y tenemos a un gobierno que se aferra a las promesas del campo que desde la semana que viene liquidará $100 millones de dólares diarios a raíz de la exportación de soja, y a la respuesta positiva de la economía por la venta de $60 millones de dólares diarios que provienen del Fondo Monetario Internacional.
A todo esto, lo que se percibe en la economía real es que cada vez son más las familias que no llegan a cubrir sus necesidades básicas. El desempleo aumenta y los sindicatos siguen “estáticos”. La inflación destroza el poder adquisitivo y la única alternativa potable es un cambio de rumbo que se tiene que dar en las elecciones del “segundo semestre”.
